EL CONCEPT ART: MÁS QUE SÓLO UN ESTILO
Por AnimationFan.
Al hablar de una producción profesional –ya sea un comercial televisivo, una película o hasta un cómic –tarde o temprano descubrimos que el recurso más importante no es la cantidad de integrantes en el equipo creativo ni las herramientas tecnológicas; es el tiempo a invertir y su relación directa con el factor económico. El tiempo es valioso al momento de dar luz verde a una idea y, en consecuencia, debe de ser invertido con sumo cuidado para no comprometer la producción.
No obstante, ninguna empresa está exenta del error humano y, ante todos los departamentos que se involucran y el gran número de individuos que conforman estos equipos es muy probable que un fallo ocurra. A razón de esto, ¿no sería ideal poder identificar y rastrear los imperfectos desde las etapas más tempranas?
De eso se encarga, al menos en su justa medida desde la trinchera visual, el artista conceptual o, en el caso de grandes producciones, el grupo encargado del concept art.
Este profesional tiene la tarea de generar una aproximación visual de las ideas que se están contemplando para producir, con el fin de establecer la mejor dirección. Y como hemos establecido anteriormente, ante la premisa de que el tiempo es oro (figurativa y literalmente) uno de sus atributos es el de generar estas propuestas con una gran velocidad y capacidad de síntesis.
Sin embargo con esto no queremos darte una primera impresión errónea. Rapidez no es sinónimo de confusión o de una trabajo pobre en calidad, sino de un conocimiento amplio y de fácil acceso al momento que aseguran ilustraciones idóneas para representar lo que en papel continúa ambiguo. Ya sean personajes, escenarios o situaciones, el concept art se encarga de traducir a una estética general las diversas posibilidades, así como facilitar la elección de la que definirá el producto final y con la cual todos los artistas involucrados tendrán que estar familiarizados para darle cohesión.
Faltando un director en esta área, malas decisiones de estilo o correspondencia entre el conjunto podrían surgir en producción o, en el peor de los casos, en post producción. ¿Se pueden obviar estos detalles? Claro que sí, pero puede comprometer la efectividad que se buscaba alcanzar. Y en el caso de que se quieran corregir, el tiempo invertido en esta segunda revisión hará que se eleven los costos de todo el proceso.
Siendo de tal importancia este tipo de artista, es importante que esté preparado para cualquier reto. Por lo cual te listamos los puntos que podríamos definir como: ¿qué se necesita para ser un concept artist?
Amplio acervo artístico
El trasladar las diversas propuestas que una junta directiva ha considerado importante comparar precisa de dinamismo, y no sólo dentro de la creación del personaje, sino también dentro del trabajo del mismo artista. El concept art, se espera, experimenta con características físicas y elementos aislados para encontrar lo que se conjuga mejor en el encuadre así como propone el estilo de las formas a utilizar.
Tener conocimiento de psicología visual para definir accesorios, establecer una muestra de los personajes desde la caricatura hasta el realismo –pasando por sus intermedios –y establecer la atmósfera que brindará tono a todo son sólo un par de los resultados que se espera del artista. Por lo tanto estar familiarizado y haber experimentado ampliamente con la mayor cantidad de alternativas que se le hayan presentado como estudiante y consumidor artístico es obligatorio.
Asimismo, dentro de su bagaje también es notable el manejo y aplicación efectiva de los principios básicos del dibujo tales como: las proporciones humanas, el control de volúmenes, la relación entre la línea recta y curva, etc. Hacer uso de ejemplos visuales puede ser una opción pero el cómo se interprete para dar un resultado original es la clave de un buen artista conceptual y eso se obtiene con aprendizaje y práctica.
Velocidad de abstracción
Como ya establecimos con anterioridad, el factor tiempo-dinero es el verdadero jefe en cada producción y como tal, necesita que cada labor se adecue a un calendario muy estricto. El concept art encuentra en esta necesidad empresarial su eje causal: tener resultados en tiempo y forma es sólo la mitad de ello, abarcar la idea desde todos los ángulos posibles es donde brilla su potencial.
Elegir entre cientos (o hasta miles) de propuestas parece algo frívolo en primera instancia, mucho trabajo será desechado y, en el mejor de los casos, únicamente podrá ser apreciado en un libro de arte. Pero la oportunidad que otorga el concept art de ver, literalmente, lo que se pasó por alto ya que cada individuo tiene su propia concepción del producto, es invaluable.
La velocidad de abstracción, como podemos suponer, es una característica de la que se nutre el concept art. Lo que podría haber tomado varios meses de duro y conflictivo trabajo contemplando si el elemento “a” debería de ser cambiado por el elemento “b”, ya fue resuelto por esta habilidad adquirida del artista.
Apertura a nuevas propuestas
Aunque gran parte del concept art se rige por pautas predispuestas, es importante hacer mención que la libertad creativa, la capacidad de proponer, también juega un lugar importante. Al seguir líneas guía con variantes determinadas el artista podría sentirse limitado, pero en su ejercicio está en él promover algo que no estuviera contemplado a favor del éxito del proyecto.
Como podrás comprobar, el mundo del concept art puede ser desafiante ante todo lo que exige ser un artista que quiera dominarlo, pero no te desanimes –el objetivo de este artículo no es disminuir tu interés –por el contrario, con la instrucción adecuada y con la consciencia de que cada experiencia visual que tengas es un enriquecimiento el formarte como concept artist puede ser una realidad.
Referencia:
http://artistate.com/2017/7-requisitos-esenciales-buen-concept-artist/