¿REALMENTE NECESITO APRENDER LAS BASES SI QUIERO DIBUJAR BIEN?
Por AnimationFan.
El mito del artista autodidacta, sin importar la época y el área en la que se desarrolle, siempre ha sido uno de los estigmas que obsesionan al joven creador. Equivocadamente, el solicitar una guía o apoyo, para franquear de forma óptima un obstáculo creativo, tiende a ser interpretado como un talento limitado.
No obstante, ¿estamos dispuestos a comprometer nuestro desarrollo como artistas por el juicio superficial de unos cuantos?
El dibujo, siendo el escalón imprescindible para descubrir la magnitud de las artes plásticas, es un claro ejemplo de cómo los fundamentos hacen la diferencia en el producto final. Por supuesto que el adquirir estos preceptos puede darse de forma empírica y con práctica; pero la evolución de tu carrera podría ser mejor si aprendes y aplicas estos conocimientos con pautas claras.
Ahora te debes de estar preguntando, “pero ¿qué tipo de fundamentos puedo yo llegar a necesitar?”; por ello te presentamos los puntos básicos que, incluso a los mejores les pueden llegar a fallar sin su debida atención:
Proporción anatómica
Sin importar tu estilo o los temas que desarrolles, siempre te enfrentarás a la figura humana y sus peculiaridades en el dibujo. Un torso con cuatro extremidades y una cabeza pueden ser una excelente síntesis, pero cuando quieras expresar algo más complejo necesitarás conocer la anatomía de tus personajes a la perfección.
Perspectiva
Frontal, tres cuartos y perfil no son las únicas vistas que posee el objeto o el ser que diseñas; tu obra se enriquecerá cuando puedas abstraer tu referente antes de dibujarlo. Con ello brindarás dinamismo a tu obra y la harás más atractiva visualmente.
Composición
El colocar elementos en un dibujo puede parecer sencillo a primera vista: sólo hay que llenar los espacios vacíos o dejar un sólo elemento focal centrado ¿no? Con la comprensión de los principios de composición verás que esto es parcial. El dibujo no sólo plasma una escena, también cuenta una historia, cautiva a su espectador. Y esto no se puede lograr únicamente con la elección aleatoria.
Estamos seguros de que tus obras no sólo tienen horas de dedicación y esfuerzo –y especialmente una carga emocional importante –, pero quizás es tiempo de preguntarte si no vale la pena mejorarlas con un nuevo aprendizaje.
No le tengas miedo a tener un maestro pues su objetivo no es demeritarte, sino ayudarte a alcanzar todo tu potencial. Tan sólo considera los artistas que te inspiran, cada uno tuvo su propio mentor de forma directa o indirecta.