ANGRY BIRDS

Por AnimationFan

Tras un año de espera (para algunos), Angry Birds llegó este 13 de mayo a los cines de nuestro país. Pero, antes de comenzar una aproximación al filme debemos considerar brevemente un poco de sus antecedentes para poder responder como es que, formando parte de uno de los éxitos más importantes del entretenimiento portátil, ¿nos encontramos con tan pocas expectativas si los mismos trailers defienden un producto de calidad aceptable a nivel animación?

La respuesta a esto recae en que: hasta el momento, aunque puedan evaluarse como ideas millonarias en su concepción, el videojuego traducido al cine ha dejado mucho que desear. Y, a su vez, esto se debe a algo tan incongruente como su mismo éxito.

Alcanzar el éxito demasiado pronto se ha vuelto uno de los problemas de mayor seriedad en el mercado de los videojuegos, especialmente en el de las consolas portátiles. Si el pico de crecimiento supera a su máximo planeado, la empresa a la que le suceda, pese a que se puede considerar el escenario idóneo, se enfrenta a la tarea titánica de poder satisfacer a sus consumidores de forma prolongada. Y el hecho de enfrentarse a un público que está a la caza constante de la próxima sensación, vuelve más difícil mantenerse vigentes.

Un claro ejemplo de ello es (o, si somos puntuales con los últimos dos años, fue) la franquicia de Angry Birds, que se ganó al mundo en 2009 con una sencilla pero adictiva idea: lanzar aves en contra de cerdos verdes con el fin de recuperar sus huevos robados.

No se necesitó más. La cultura popular lo asimiló y lo catapultó. En poco tiempo la plataforma digital, irónicamente, le fue demasiado pequeña: llegando a incursionar en el mundo de la pantalla grande este 2016. Desde este 13 de Mayo, Angry Birds. La película ya se encuentra en las carteleras de nuestros cines a la expectativa de cómo tomará “la masa” este cambio de rumbo en su origen mismo.

Es reconocible como los directores, Clay Kaytis (Wreck it Ralph [2012], Tangled [2010]) y Fergal Reilly (Transylvania Hotel [2012], Cloudy with Chance of Meatballs [2009]), lograron convertir la inexistencia de una historia de estructura ramificada en una oportunidad de construir a estos personajes desde cero y de generar una trama con un nivel superior en profundidad que respetara a su referente.

Ante su experiencia en el ámbito de la dirección de arte, ambas personalidades también demostraron que Rovio Enterteinment está a la altura de los estudios que están a la vanguardia; desde el dinamismo de los personajes hasta la calidad de texturas (elementos en los que la animación, como hemos visto con anterioridad, ha desembocado su innovación con el fin de reproducir la realidad fielmente) no le pide demasiado a la competencia.

Sin embargo, la historia no termina de convencer al espectador. Aún cuando explota de manera aceptable lo poco que contiene de la aplicación original, se queda rezagada a un filme para niños. Incluso cuando algunas referencias para su antiguos fans de mayor edad se deslizan en el guión, se explora ligeramente el carácter de la ira en la psique de los personajes y se enfatiza la necesidad de pertenencia del individuo ante su condición de ser social, el filme es plano. Bello en su ejecución, hay que remarcar, pero difícilmente trascendente.

Aún así, no se pierdan la oportunidad de revisitar en la gran pantalla a estos personajes que nos significaron un momento de agradable ocio hace unos cuantos años, puesto que el entretenimiento continúa ahí, como cuando lanzabas la última ave que definiría si pasabas o no al siguiente nivel: intenso y efímero.

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